Introducción

En su artículo, Nicolas Rogier nos recuerda que nuestro continente europeo, tras décadas de relativa paz, se enfrenta ahora a nuevas amenazas híbridas y crisis aceleradas. Subraya la importancia creciente de la defensa y la soberanía en este contexto geopolítico inestable. Sin embargo, la inestabilidad no se limita a las cuestiones de defensa. Los riesgos de guerras comerciales, barreras proteccionistas y perturbaciones de las cadenas de suministro vinculadas a la lucha por el control y el acceso a recursos vitales (materias primas, chips electrónicos de última generación, etc.) exigen también una profunda reorganización de las empresas.

No sólo los gobiernos tienen que adaptarse, sino también las empresas, que deben replantearse sus estrategias si quieren sobrevivir y prosperar en este nuevo entorno. Aunque el sector industrial (defensa, industria, automoción, tecnología) esté en primera línea, todos nos vemos afectados. Tenemos que dotarnos de las competencias técnicas y humanas necesarias para tener éxito, competencias que a menudo no están disponibles hoy en día en la empresa.

Aumentar la producción de material de defensa

Para responder a las nuevas exigencias de la producción de material de defensa, tenemos que aumentar masivamente la producción, cooperar más allá de las fronteras políticas y culturales, y compartir información sensible, recursos y conocimientos. Es crucial adaptar las instalaciones de producción, por ejemplo, dominando la complejidad que entraña transformar una línea de producción de automóviles para que produzca drones. Tenemos que movilizar la capacidad de producción de empresas que no hayan prestado anteriormente sus servicios al sector de la defensa y desarrollar nuevas competencias técnicas y de fabricación, en particular en el ámbito de los chips electrónicos y los semiconductores, para reducir nuestra dependencia de los proveedores extranjeros.

Superar las barreras proteccionistas y los aranceles

Para superar las barreras proteccionistas y los aranceles, así como las interrupciones de la cadena de suministro causadas por la falta de rentabilidad o las restricciones de acceso por motivos políticos o relacionados con conflictos, las empresas tienen que identificar y conquistar nuevos mercados para sustituir a las salidas que ahora están cerradas. También deben crear unidades de producción en otros países, encontrar nuevas fuentes de suministro o idear soluciones para sustituir componentes esenciales que ya no son accesibles.

Aumentar la seguridad

Además de todo esto, es vital reforzar la seguridad de nuestras redes y proteger nuestros datos y sistemas del número cada vez mayor de ataques. Es crucial contribuir al desarrollo de nuestros propios sistemas soberanos, especialmente en el campo de la IA.

Movilizar capitales

Por último, hay que movilizar capitales, sobre todo europeos, que a menudo se invierten fuera del continente, para financiar este gran salto adelante. Este capital existe y debe utilizarse para apoyar la capacidad de innovación de nuestro continente, líder indiscutible en este ámbito, para que la industrialización pueda tener lugar en Europa y nuestras empresas ya no se vean obligadas a elegir países extranjeros para su desarrollo.

Movilizar el talento y las competencias

Aunque haya que reunir muchas otras condiciones, superar estos retos requiere sobre todo una aportación en capital humano, nuevas competencias y nuevos talentos, a menudo procedentes de diferentes geografías e industrias. Los expertos capaces de acompañar esta transformación acelerada son esenciales, y también hay que retenerlos o traerlos de vuelta y motivarlos para que participen en el esfuerzo común.

En numaH somos especialistas en tender puentes entre culturas e industrias para identificar y encontrar a los mejores talentos, convencerlos e integrarlos. Con una amplia experiencia en los sectores industrial, de movilidad y defensa, contamos con un equipo multicultural que trabaja en 10 idiomas en toda la región EMEA y Norteamérica. Nuestros expertos también son capaces de apoyar la mejora de las cualificaciones del talento existente y el cambio cultural necesario para triunfar en este nuevo entorno. El año pasado, llevamos a cabo misiones de búsqueda de talentos en más de 20 países de Europa, África, Oriente Medio y Norteamérica, a menudo para clientes con sede en un país distinto de aquel o aquellos en los que se realizó la búsqueda (por ejemplo, para empresas alemanas en Francia y viceversa), y realizamos proyectos de evaluación y desarrollo de competencias y cambio cultural para numerosos clientes de todo el mundo.

En el próximo número de nuestra Newsletter, nuestra Head of Talent, Catherine Librandi, hablará de los valores humanos y las competencias en este contexto complejo y difícil.